Entusiasta y aventurero. El Gallo es un signo muy curioso, muy alegre y de mente abierta. Aries es pura determinación y energía. El resultado es una personalidad llena de vitalidad, que busca vivir nueva experiencias, pero que también tiene mucha ingenuidad e inocencia. El amor es, entonces, un tema difícil: si bien el Gallo de Aries siente que necesita estar en pareja (y sabe que logra cierto equilibrio en su vida al estar enamorado), suele sufrir grandes decepciones. La sexualidad es el campo en el que se expresa su estado de ánimo: cuando se siente feliz, es un amante fogoso y ardiente; ni bien empieza a sentirse maltratado por su pareja, se vuelve taciturno y evade el sexo.
Delicadeza. Este signo es muy sensible: ama con locura, sufre con intensidad y sale lastimado muy fácilmente. Su pareja, entonces, debe tratarlo con cuidado. Siempre que se sienta respaldado y respetado, el Gallo de Aries llenará a su ser amado de cariño, devoción y compañerismo.
El metal (correspondiente al Gallo) y el fuego (correspondiente a Aries). El fuego busca expandirse, crecer, avanzar; el metal le otorga la robustez y el auto-control necesario para lograrlo. El fuego, además, otorga ardor a una personalidad que, de otro modo, sería pura ambición y nada de emotividad.
Las Serpientes tienen muy buena química con este signo, más que nada cuando son de Leo, Géminis y Sagitario. Pero los Dragones de Acuario y los Búfalos de Leo también pueden hacer muy feliz a los Gallos de Aries.
Los Perros de Leo y Capricornio. Tampoco habrá paz entre este signo y los Conejos de Cáncer.